05 mayo 2004

Yo piloto



Estrellarse tambien tiene su gracia. Y es mucho más fácil, desde luego. Mantenerse en vuelo nivelado es lo reamente complicado y meritorio.

Lo único que ronda la cabeza del piloto en esos casos de emergencia es escoger un buen sitio donde dejarse caer sin provocar demasiados destrozos. Minimizar los daños. Y con suerte, salir con vida.

Y una vez detenido el avión, aún anclado en el asiento dentro de la cabina semienterrada y humeante, sólo queda relajarse.

Y decirse que a partir de ahora las cosas necesariamente han de ir a mejor.

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