31 diciembre 2008

Damages

Mi tos de nochevieja ha aparecido puntualmente. No recuerdo unas navidades adultas sin haber estado resfriado. Tal vez mi "cof-cof" será pronto añadido al hatajo de inevitables liturgias paganas junto con el "jo-jo" de Mr. Claus, los anuncios de muñecas que hacen pipí de verdad y los noticiarios de salvajadas en Gaza.
En estos días en los que se proscribe la soledad y en los que muchas sonrisas cortas de combustible nos aterrizan encima forzosamente he tenido algunos encuentros y algunos desencuentros. Y se me ha hecho patente que que la ciudad está repleta de personas un poco dañadas, que sobreviven a la navidad y a lo que viene después, como buenamente pueden, lamiendose las heridas al margen del carnaval y de las colas de caja.
Y eso no es necesariamente malo, en ocasiones es una garantía de humanidad. Desconfío de quien siempre aparenta dar la talla, responder a las espectativas, estar disponible y sonriente. Esas cosas no siempre pueden ser verdad.

19 diciembre 2008

Abriendo álbumes

Si algo me apena de esta era del emepetrés en la vivimos inmersos es que con esto de bajarse canciones sueltas y escucharlas en modo shufflé se pierda el concepto de álbum.
El orden y el concierto (o desconcierto) en el que la banda nos ordena los temas dice muchas veces tanto como las canciones mismas.
En ese sentido, siempre he sido un coleccionista de primeros temas, especialmente de los que prometen algo que luego se confirma. Los que abren la espita, los que te agarran de las solapas y te obligan a quedarte. Los que escuchas mucho tiempo después.
Aribag de Radiohead, Segundo Premio de los Planetas, Radiation Vibe de Fountains of Wayne o Slot machine de Superdrag son algunos de los que se me ocurren, pero estoy seguro de que si me parara a pensar saldrían muchos más.
Hoy es una tarde de escuchar primeros temas de álbumes de hace tiempo.
Es día de cosas que empiezan, de buenos principios que siguen teniendo sentido.
Debo estar de buen humor.

18 diciembre 2008

De bipolares están llenas las colas del paro

Hoy en el trabajo mi ética profesional ha redactado un correo cargado de ideales quijotescos e incómodos.
Y aprovechando un descuido de mi instinto de supervivencia, que últimamente no da a basto, le ha dado al botón de "enviar".

La solución, en próximos capítulos. O en el INEM. ¿Quien sabe?

15 diciembre 2008

Largo recorrido y media velocidad

Yo y mi resfriado hemos ido y hemos vuelto sentados de espaldas a ciento noventa y cuatro kilómetros por hora en un tren de largo recorrido y de media velocidad. Curioso el uso del término "media velocidad", en un mundo tan amigo de los extremos, tan adorador de las simas y de las cumbres.

Dejando de lado el hecho de que hay personas de quien uno nunca querría ser compañero de asiento, ni de vagón -y si me apuran, de planeta- , de las muchas cosas que he aprendido este fin de semana, me quedo con una iluminación reciente: si una familia puede ganarse la vida hoy en día con un puesto de venta de figuritas de belén especializado en pastores que cagan, el resto de la gente (yo, y tambien ustedes) puede, y hasta cierto punto debe, hacer con sus vidas lo que les venga en gana, sin miedo al fracaso o a lo que puedan decir los demás.

Persigan sus sueños, canten más fuerte mientras se duchan y dibujen a pulso todo lo que puedan, aunque las líneas a veces salgan torcidas.

10 diciembre 2008

Trash Christmas

Cuando llegó la navidad de ese año, nadie estaba preparado para ella. Quizás por eso salió tan bien.

Los centros comerciales quedaron vacíos. La gente, sin un duro para gastar, prefirió quedarse en casa.
Se documentaron al menos veintiseis casos de avistamientos de niños jugando con los juguetes de años anteriores.
Los anunciantes, incluso los de más renombre, retiraron los spots de las cadenas. Ello, redujo por primera vez el número de ingresados por SSPN( Síndrome de Stress Publicístico Navideño).
Como efecto colateral, las películas en televisión comenzaron a durar lo mismo que en el cine, lo cual contrarió a más de un televidente que contaba con las asumidas pausas publicitarias para hacer una visita al baño. Afortunadamente el incidente sólo provocó daños materiales.

Papá Noel planteó un plan de austeridad que incluía el despido del 70% de la plantilla.
Dicho plan, lejos de ser llevado a cabo, tuvo como efecto la consolidación del Sindicato Unificado de Duendes Trabajadores, que tras diversos piquetes y sentadas consiguieron atraer la atención pública sobre ciertas actividades de la compañía que rozaban la ilegalidad.
Entre dichas actividades, destacaban repetidas violaciones del espacio aéreo de diveros paises en vuelos ilegales en trineo, la importación juguetes sin satisfacer las obligaciones arancelarias, explotación infantil, idiotización infantil, prácticas de mercado monopolístas, etc...
Dicho escándalo hizo que Noel, junto con tres renos presuntamente implicados pertenecientes a la junta directiva, abandonara su cargo como CEO, no sin antes hacer un potente desfalco de las arcas de la empresa.
El último paradero conocido de los directivos huídos son las Antillas Neerlandesas, único paraíso fiscal en el que los renos no pasaban calor.

La compañía, ahora gestionada por los propios duendes, adoptó un modelo de gestión participativo y aceptó una oferta de compra por parte de los antes llamados Reyes Magos, que abdicaron de sus tronos para dirigir la empresa y actualmente intentan redirigir el modelo de negocio a la fabricación de espumillón hecho de papel reciclado, una mercado tan emergente como inútil al que los analistas auguran un brillante futuro.

06 diciembre 2008

Los términos medios

Pasa a veces que me siento viejo. No viejo como una persona, más bien como una piedra, o una montaña. Insensible al clima o al paso de las estaciones. Un accidente congelado, tan inamovible como calmado.
Otras veces reverdezco, y me encuentro tan ingenuo y permeable como un niño, y pruebo y a veces me equivoco, muchas de esas veces con gusto y otras muchas, no tanto. Como un manojo de nervios, un hermoso atajo de sonoras contradicciones.

El tiempo me ha enseñado que entre estos dos estados es tan inútil como dañino buscar los términos medios. Hay que vivirlo todo, hay que ser -y padecer- todos los cambios.
Habrá que preocuparse cuando dejen de ocurrir, cuando ya nunca nos queramos sentir distintos.