28 mayo 2004

Tengo un casco

Tengo un casco, negro, para la moto.

Hace dos días reparé en que había desaparecido.

Lo busqué por todos lados y no lo encontré.

Conociendome, deduje que me lo había dejado sobre el asiento alguna noche volviendo a casa, y se lo había llevado alguien más espabilado que yo.

Ya tenía asumida la compra de un sustituto cuando ayer, de pronto, un amigo me dijo que tenia un casco negro en su casa.

He ido a verlo y era el mío. Rascado, con arañazos y un par de golpes, pero indudablemente mi casco.

Lo más curioso es que hace semanas que no paso por casa de mi amigo.

Y él no tiene ni idea de cómo ha llegado a su casa.



Y ahora lo veo en la mesa, como un gato escapado que vuelve a casa después del celo. Lleno de marcas y cicatrices de peleas en callejones. Lleno de historias.

Ojalá me las contara. Ahora sí que no lo cambio por nada.

0 comentarios: