30 junio 2006

Renovando pecados

Obstinado, obtuso , haragán, melifluo, voluble, inepto, procastrinador...

Y desde ayer, a p ó s t a t a.

27 junio 2006

El fin del mundo tal y como lo conocemos (y III)

Nunca se pueden predecir los cambios sociales que provoca un avance científico.
La llegada de los primeros teléfonos a los hogares provocaron vaticinios fatalistas, en los que se avisaba de que la gente ya nunca querría salir de casa.
Sin embargo, debido a lo voluble caracter humano, las cosas a veces transcurren de forma no prevista: todos sabemos que las temibles precicciones no se hicieron ciertas hasta la llegada de la televisión.

Con la Teoría de la Respuesta Absoluta ocurrió algo parecido. Los primeros y avispados corredores de bolsa comenzaron a utilizarla y durante unas semanas hicieron negocios históricos.
Luego todo el mundo invertía en los mismos sitios y nadie ganaba ni perdía en la bolsa.
Finalmente dio todo igual: dejaron de haber empresas no exitosas dado que sus responsables abortaban su creación cuando las Ecuaciones lo recomendaban. En un sistema basado en el tránsito continuado de dinero, un mundo de perdedores y ganadores, la bonanza general no era posible. Pero dado que nadie perdía ni ganaba más que el resto, se instauró una estable y duradera mediocridad en los negocios.

Así que el gremio de los brokers bursátiles se unió al de los psicólogos, cazatalentos, croupiers, responsables de recursos humanos, consultores tecnológicos, párrocos, adivinos, guionistas del Cuarto Milenio, y agentes inmobiliarios en una serie de fabulosas e interminables colas en las oficinas de empleo.
Al poco tiempo todo el mundo dominaba las Ecuaciones y la cola del paro dejó de tener sentido también.

Se supo que sí había vida extraterreste, y se averiguó porqué hacía siglos que nos habían dejado de visitar, dejándonos por imposibles.
De descubrió que Madonna no siempre fue mujer. Se averiguó el motivo de la sonrisa de la Gioconda.

La mayoría de los gobiernos se enfrentaron a revueltas populares debido a que se tuvo un conocimiento certero de sus gestiones. Las policías secretas aumentaron la eficacia de sus redadas. Los movimientos de resistencia, la rapidez de sus huidas.

Más tarde el ya desenmascarado consorcio de empresas petroquímicas, famaceuticas y de telecomunicaciones que realmente gobernaba el mundo ideó un plan para intentar erradicar el conocimiento de las Ecuaciones de la faz de la tierra pero éste fue abortado porque las Ecuaciones dijeron que iba a fracasar.

Sólo un grupo de unos miles de personas consiguió escapar de esta histeria preplanificada, liderados por un antíguo premio nobel al que hacía ya algún tiempo que nadie invitaba a conferencias ni hacía caso.

La gente lo suficientemente estúpida como para no conseguir dominar las Ecuaciones y la gente lo suficientemente inteligente para no desear hacerlo se asoció, erigiendose como estado soberano en lo que antes se conociera como Atolón de Mururoa. Curiosamente les dejaron hacerlo en paz, ya que nada tenían que ofrecer y poco se podía temer de ellos.

En el escudo de la República de Incognitia se podía apreciar una figura apolínea desnuda saltando sobre una cama mientras una venus tapada hasta la nariz lo miraba con ojos extasiados.

24 junio 2006

El fin del mundo tal y como lo conocemos (II)

Era un hecho incontestable.
Lo único necesario para construir un castillo de piezas de Lego es conocer cómo funciona el mecanismo que las une, y disponer de tiempo para ensamblarlas.

La Teoría de la Respuesta Absoluta describía de forma brillante y sencilla la naturaleza de las fuerzas más elementales del universo, los diminutos ladrillos que lo conforman todo: átomos, motas de polen, insectos, personas, montañas y estrellas.
Pero lo más increíble era que permitía, a partir un exacto conocimiento de las reglas más elementales, deducir con total certeza el resto de reglas que de ellas se derivaban. Desde el comportamiento de la partículas a los procesos mentales que rigen el comportamiento de las personas.

La comunidad científica se deshacía en elogios con el autor, un hasta entonces anónimo catedrático de Física.
Tras las primera menciones en publicaciones especializadas, y algunas conferencias, vinieron los cuatro galardones Nobel simultáneos (física, química, medicina y economía) y el reconocimiento mundial.

A su creador lo bautizaron como el Profe de Einstein y el Némesis de la Duda, dado que se decía que, aplicando su fórmula, era capaz de responder cualquier pregunta con total certeza.

El género humano afontaba una nueva era en la que el misterio y la incertidumbre habían sido desterrados.
Mientras tanto, el ilustrísimo catedrático de física observaba desde la ventana de la suite del lujoso complejo vacacional como su señora flirteaba en las tumbonas de la piscina con el guapo socorrista cubano.

No necesitó aplicar la fórmula para saber que esa noche iba a irse de allí.

23 junio 2006

El fin del mundo tal y como lo conocemos (I)

Aquella mañana el ilustre catedrático de física se levantó, se rascó el trasero con fruición y posteriormente se metió en la ducha.
Se miró al espejo lleno de vaho y recordó vagamente algo que había soñado.
Como quien no quiere la cosa, comenzó a garabatear con el dedo en el espejo un sistema de ecuaciones que acababa de recordar.

Zas!

Podría decirse que ahogó un grito. Lo más exacto sería decir que gritó hacia adentro.
Preso de una emoción incontenible, corrió aún chorreando por el pasillo enmoquetado cubierto con una escueta toalla que al llegar al dormitorio ya no estaba en su lugar.
Impaciente por llegar a su libreta de notas saltó la cama de matrimonio con una gracilidad inusitada dada su edad y su complexión.
En el mismo instante que el adonis cincuentón y barrigudo volaba sobre las sábanas, su señora aún cubierta por éstas abría los ojos, presenciando durante la fracción de segundo que duró el sobrevuelo una escena esplendorosa, que la hizo recordar los primeros años de su matrimonio.
Estaba a un paso de hacerse ilusiones cuando observó decepcionada como su marido se sentaba en la comoda y comenzaba a garabatear atropelladamente en su libreta.

El ilustre y desnudo catedrático de física comenzó a escribir nerviosamente, arrugando y humedeciendo las hojas mientras su mano vomitaba páginas y páginas de ecuaciones.
Tan absorto estaba en su tarea que apenas se dió cuenta cuando su esposa salía malhumorada de la cama y se encerraba en el baño dando un portazo.

Autobahn

A veces no sé que es mejor, si circular con las rueda pinchadas, oxidarme en la cuneta, o dar vueltas de campana y al menos dar algo de espectáculo.

20 junio 2006

Melodrama en papel de albal

La dependienta de la tienda de comidas para llevar se fijó en el jovencito ojeroso meses atrás. Le enternecía su mirada perdida, su pelo alborotado y su aire de cachorro abandonado.
Le recordaba a su hijito, al que había dejado con su abuela años atrás en Rumanía.
Un día, decidida a llamar su atención, y harta de ver como el chico pedía un día sí y el otro también la misma ración de ensalada, decidió deslizarle en la bolsa una generosa ración de albóndigas en salsa.
Respondió la extrañada mirada del joven con un guiño de complicidad. Éste sonrió nerviosamente, pagó su ensalada y se marchó silencioso, casi esquivo, como todos los días hacía.
Pasaban las semanas y los meses. Pasaban los arroces al horno. Las patatas bravas. Los canelones de carne. Los de atún. Pasaban la pasta al pesto, la pizza calzone y pasaban los calamares rebozados.
Una calurosa mañana el chico no apareció. Y la ración de gazpacho manchego se enfrió y endureció.
Pasaron los días y la dependienta miraba desasosegada la puerta, a la espera de ver aparecer al tímido muchacho caminando con las manos en los bolsillos.
Nunca volvió a hacerlo. Meses después se enteró gracias a una vecina que había fallecido de forma fulminante por una insólita dolencia cardiovascular, agravada por problemas de hipertensión y colesterol.
Los chicos de ahora, que comen muy mal.
La mujer lloró toda la mañana, mientras preparaba las raciones de ensalada.
Al día siguiente varias personas preguntaron la receta del delicioso aliño del día anterior.

15 junio 2006

Perdonen las disculpas

Algún estudiante de Informática de Wisconsin, contratado en prácticas por la empresa que me aloja esta web, ha dejado su aceitoso Whopper con freedom fries encima del teclado. Ello ha provocado la desaparición del numeríto de comentarios que tiene cada post en este blog.
Pero si pulsais en Nadie Sabe, vereis que los comentarios siguen ahí.

Lo dicho, perdonen las disculpas.

Actualización (tres minutos después): Los comentarios han vuelto. Gracias chaval. Y dejate las hamburguesas.

13 junio 2006

Mi pequeña onda expansiva

He hecho las cosas tan fantásticamente mal últimamente que he explotado en mil pedazos.
Y la gente cercana, a la que hirió la metralla, reunió los restos y los apiló en una montaña.
Y sin saber cómo, luego me he encontrado intacto sentado en su cima, haciendo el importante balance de los aciertos y el imprescindible recuento de las cagadas.

¿Alguien sabe como es el plural de catarsis? Porque "catarsises" suena criminalmente mal.
Tal vez quien inventó el castellano perfirió esconder el plural de esa palabra para evitarnos la tentación de ir coleccionandolas por gusto, perdiendo amigos por el camino.

08 junio 2006

Y aunque juré que nunca más...

Meme. Sí. Otro. No respondería si no viniese de quien viene.
Asunto: Mis 5 programas favoritos. No creo que mis gustos sean tampoco nada del otro mundo. Disculpas adelantadas si digo algun programa de tele por cable, soy así de pijo y hedonista...

House.
Como yo, House es un tio borde que no sabe decir las cosas con tacto. Sólo que él nunca se equivoca, claro.

Padre de Familia
Un padre lobotomizado, una madre frustrada, un bebé superdotado que se debate entre matar a su madre o dominar el mundo, una hija acomplejada obsesionada con la popularidad, un hijo adolescente cuyo único y permanente pensamiento es la palabra "gatito" y un refinado perro alcohólico que anda por casa con batín y gafas de leer.

Futurama
Uh! Estaba seguro que nadie se la esperaba. Algo debe tener si te repiten un capítulo 312 veces y sigues viendolo.

Todos contra el Chef
Realmente odio a este tio, tan guapete, tan bueno con los fogones y encima sabe perder... Aún estoy esperando que me llamen para ser jurado, que es lo mío.

Cazadores de Mitos (Mythbusters)
Imprescindible alimento para mi yo friqui. Dos calvos con mostacho que prenden fuego a cosas y lo filman con cámaras de alta velocidad. ¿Qué más se puede pedir? Debería estar en la tele pública.

¿Y Mujeres Desesperadas? Me aburre ¿Y Sexo en NY? Me parece criminalmente mala, una ametralladora de tópicos ¿Y Perdidos? Puro marketing viral. Además no tengo tiempo para fidelizarme a una serie tan liosa. ¿Y las buenas series españolas? Pepa y Pepe ya no la echan, querido...¿Y iPop? La China Patino me da miedo ¿Y los otros programas culturales? No los veo lo suficiente como para ponerlos en mis cinco sin estar echandome el moco ¿Y los debates?¿Y el Canal Senado?¿Y Cine de Barrio?¿Y...?

P.D.: Me acabo de dar cuenta de que mis gustos televisivos estan totalmente macdonalizados. Bebida grande, patatas grandes...

02 junio 2006

Consulta

Despues de ya tres añitos con la misma plantilla en el blog, es posible que dentro de poco me den un premio a la longevidad de diseño. O a la perrería.

El caso es que mi yo-impulsivo-creativo querría probar cosas nuevas pero mi yo-perro-procastrinador dice "bah, no está tan maaal".

El caso es que hasta yo me estoy aburriendo de él. Así que lanzo consulta abierta a ustedes que me leen.

¿Cambiamos el diseño del blog?

Agradecido de antemano queda un servidor. Y mi yo-impulsivo-creativo
Mi yo-perro-procastrinador, sin embargo, se está tirando de los pelos.