30 junio 2004

Poco es menos que nada

He puesto en funcionamiento al fin la parte de la izquierda.
Con menos alarde técnico del que tenía pensado inicialmente.
Pero esta vale porque funciona y la otra no valía porque sólo estaba en mi cabeza. Y eso era un pequeño detalle que muchos habeis tenido a bien apuntarme.

Que muerdo!

A pesar de todo hay días en los que me despierto domador de cocodrilos.
Y se pintan seises en todas las caras de los dados y la calle me huele a verano.
Y ya pueden venir el séptimo de caballería, la armada invencible y los atascos del centro. Ya pueden ponerseme en medio el fondo monetario internacional al completo y su ejercito de contables casposos, mis montañas de ropa arrugada y el vacío polar de mi nevera. Hordas de salvajes funcionarios de hacienda, motos que nunca arrancan a la primera y mesas cojas recien compradas.
Que los tumbo de un coletazo. Y me los como de almuerzo.

29 junio 2004

Marcas en el calendario

Soy un desastre para las efemérides y días señalados.
Mi calendario ha sido siempre miope en las fechas venideras, por tanto impermeable a las marcas de cumpleaños, aniversarios, santos, y demás circulos de rotulador rodeando un número.
También es cierto que soy también miope para el pasado.
Mis recuerdos se funden unidos con un pegamento en cuya receta nunca intervienen los dígitos de los dias, las horas o los meses.
No es amnsesia, es tan sólo una leve dislexia temporal.

Y esto para nada es una defensa, sólo expongo un hecho constatable y contrastado a lo largo de mi vida.
Intentar cambiarlo es como poner a dieta a un rinoceronte.
Quien confunde querer con requerir se enfada, me reprocha mi "falta de detallismo" y me monta una escena.
Y toma una parte por el todo. Y le pesa más en la balanca un tarjetón comprado en el corte inglés que un abrazo sincero.

Y quien bien me quiere, sabe de la conveniencia de recordarme las cosas que conviene que recuerde.
Porque también sabe de sobra que para olvidar me las apaño yo solito.

26 junio 2004

Rock and Roll



Amanece. Aún no del todo, pero ya se adivina esa luz indecisa que invariablemente acaba con todas las noches.
Aparco el coche, pelo sucio y revuelto. Cansado pero contento. Acercandome a casa escucho un sonido lejano, incómodo. Subo en el ascensor y el sonido, en lugar de cesar, se hace más definido y cortante.
Entro en casa, el sonido está allí dentro conmigo, estridente y repetitivo.
Mi despertador sigue a la hora de ayer y me grita sin cesar "llevas veinticuatro horas despierto".
Yo lo paro de un manotazo y le susurro, recreandome en el momento: "tómate libres un par de días, majete".
Enfadado con él porque no me ha preguntado qué tal el concierto.
No me entiende y sólo piensa en el trabajo. Le compadezco.

Cierro los ojos y me abandono al sueño...
(photo by zom)

24 junio 2004

Felpudo maldito

Toda la vida he tenido la costumbre de esconder el desorden bajo el la moqueta cuando recibía visitas.
Ello me ha permitido ser un anfitrión medianamente agradable incluso cuando tenía la casa hecha un desastre.
En ocasiones mis visitas detectaban cienta ondulación en el suelo pero ello no dejaba de resultarles curioso: les divertía y en ocasiones la anomalía protagonizaba los momentos más divertidos de la velada.

Sin embargo, últimamente me preocupa el volumen de caos acumulado bajo mis pies. Ha curvado el suelo hasta convertir mi salón en una empinada colina. Y temo que empiece a ser dificil y hasta peligroso escalar para visitarme en la cima.
Descartada la opción del exilio, me he planteado no organizar más guateques hasta tener la casa más limpia.

Por la parte que se ve. Y por la que no, tambien.
He empezado sacudiendo el felpudo,y se ha levantado tal nube de polvo que no veo ni las palmas de mis manos.

Viviendo de rentas

La sección "Olvidadero" ya enlaza a la versión anterior de CQPNS.
Aun me faltan muchas cosas por acabar...
Gracias a la gente que me las recuerda. El ánimo de hacer algo es una de las pocas cosas que necesita que lo pinchen para que se vuelva a hinchar.

23 junio 2004

Mi propia religión o algo parecido

Voy a crearme algo parecido a una religión para aferrarme a ella cuando se me tuerza el paso.
Me haré una lista de dogmas en los que creer a pies juntillas sin pensar demasiado en sus porquéses.
Tendré imágenes de mis santos por todos lados. Santos personales, algunos famosos y otros anónimos que ni siquiera se enterarán que han sido beatificados.
Mi religión será mía y de nadie más. Pero no será excluyente, como las otras: irá a su aire.
Tendré mi lista de pecados, pero la variaré segun me convenga, para no complicarme demasiado la vida.
No me prometerá nada, ni me castigará por no seguirla, porque quizás dejaría de creer en ella si así lo hiciera.
Pero me hará compañía los dias que llegue a casa y concluya que nada de lo que he hecho ha salido bien.

21 junio 2004

Lista de cosas

Tengo un reloj de pulsera que late a ritmo raro y se salta compases: tic tac tic...tic...tic tac
Tengo un picor en la oreja traicionero que se espera a molestar en el momento menos apropiado.
Tengo un peine mellado que siempre me deja un mechón encabritado. Me encanta ese peine, aunque nunca lo gasto.
Tengo un coche que se mimetiza con el entorno: cada día me cuesta más encontrarlo.
Tengo una casa que cabe por la ventana.
Tengo la costumbre de olvidar lo que he soñado en cuanto salgo de la ducha.
Y tengo un telefono de ducha con agujeros en todos lados. Lo ducha todo menos a mí.
Tengo una vecina cascarrabias. Ella tiene un Yorkshire y un marido resignado a ser el último de la lista en todo.
Tengo una baldosa que cruje cuando la piso. Y una nevera flamante, luminosa, diáfana y desierta.
Y muchos imanes de nevera (pero menos de los que quisiera).
Pero nunca tengo qué sujetar con ellos. No encuentro nada que valga la pena recordarme.
Tambien tengo una alfombra que cria lindas pelusas, y las suelta libres cuando llegan a la pubertad.
Y sé de buena tinta que el sol inunda mi casa a media mañana.
Pero yo nunca estoy allí cuando eso pasa.

18 junio 2004

No salga de casa sin ella

Existen mil motivaciones contrapuestas para hacer un viaje.
Obtener o dejar. Estar o ausentarse. Afrontar o evadir. Recordar o olvidar. Encontrarse o perderse.
Creo que últimamente las tengo todas juntas en mi cabeza, y hacen una bonita y compacta maraña.

17 junio 2004

Apoteosis

La noche que el hombre bala y el lanzador de cuchillos decidieron intercambiarse los números las cosas salieron tan rematadamente mal que la función fue un éxito sin precedentes.
El público se quedó con ganas de más, pero lamentablemente el circo cerró por defunción.

16 junio 2004

Impermeable

Tengo un impermeable invisible que si te lo pones, te hace invisible también.
Bueno, lo tenía. Este invierno lo colgué en algún lado y a ver quien es el guapo que ahora lo encuentra.
Así que si te caes sin motivo aparente, tal vez hayas topado con él.
O eso, o eres torpe.
Si lo piensas , para el caso es lo mismo.

15 junio 2004

Interferencias

Camino por la calle y olvido las caras antes de haberme fijado en ellas.
Si cierro los ojos no me envuelve el negro. No hay oscuridad, sólo la nieve difusa y frenética de una televisión vieja crepitando detrás de mis párpados.
Le acompaña en mi cabeza el sonido de una radio con el dial desajustado. El ruido de fondo, sucio y eléctrico, me mece en mi duermevela, dejandome oir voces lejanas y fragmentadas en distintos idiomas, nunca el mío. Las palabras que escucho resbalan y caen de mis oidos. Se pierden. Y estoy demasiado cansado para volver sobre mis pasos y recogerlas.
Encapsulado, apantallado, hermético y estanco. Ajeno a todo, menos a las interferencias.

14 junio 2004

Y esperar

Aprender saltandose los capítulos que no entiendes a la primera es peligroso.
Sobretodo para la gente que te rodea.
Yo aprendí noventa y tres maneras de enredarme en mi mismo y sólo dos formas de deshacerme los nudos.
Y no siempre funcionan.
Por eso pienso que es mejor no estirar de los cabos porque sólo conseguiremos apretar más los nudos.
Y atajar con la tijera puede dejarnos hechos pedazos.
Habrá que dejar que el tiempo, el sol y los cambios de humedad hagan su trabajo.

12 junio 2004

Cuerpos perfectos

Comprobado: la Corporación Dermoestética todavía no tiene ninguna revolucionaria técnica láser para extirpar la estupidez.
O quizás la tienen pero saben que sacandola se tiran piedras al propio tejado.
Seguiremos esperando...

Josele Santiago

Maese Santiago, usted me puede. Nos puede a todos.
Se sube al escenario con su tambaleo, pero nunca termina de caer. Se bebió usted la vida a cucharas, y ahora que la toma a sorbitos, como los hijos de vecino, le sabe a bien poco.
Maese Santiago, se queda usted en la retaguardia, y deja el primer ataque a su banda, músicos competentes, sabiendose con la solvencia necesaria para salir de cualquier trago usted solito. Porque de tragos puede usted contarnos mucho. Y de todo lo demás.
Baja Josele!, baja Josele! "Que baje pa qué?"
Y su banda nos hace tierna la piel, como de melocotón. Y su voz desgarrada nos barrena hasta la pulpa, teniendo cuidado de no dañar demasiado. Y nos presenta a su grupo "porque a modesto no me gana ni dios".
Y se van los músicos, y se queda usted solo, maese Santiago. Solo y guitarra en mano. Compañero del metal, enemigo por principio, funcionario de la entraña soltada en escenario, del verso desahuciado.
Y se pasa la "hora del gintonic". Y nos canta canciones. Canciones que hablan de cunas de serrín, de tejados desarmados. De bares montados en el fondo del mar. Y estira usted del mango. Y nos deja dehollados. Y la novia makinera oxigenada del compadre de mi lado, que no paraba de quejarse, embobada se ha quedado.
Atrapada por la rima de la canción que le salió cuando "le dió por dejar de beber". Adios botellas, adios. Dejar de beber... la cosa tiene su gracia.
Hasta pronto, maese Santiago.

11 junio 2004

Decisiones aplazadas

Llevo tantos años aplazando decisiones que finalmente han terminando tejiendo una enorme pelota que me colapsa la existencia.
Ante la imposibilidad de un desembozo rápido, no me queda más opción que comenzar desde el principio finiquitando decisiones atrasadas, royendo capa tras capa hasta que la obstrucción desaparezca.
He de apretar el paso para ponerme al día.
Hoy me toca decidir:
· El color de mi libreta de ejercicios de caligrafía de 2º de EGB.
· Si me hago diestro o zurdo.
· Si le tiro de la trenza a la niña de los ojos negros o sigo mirandola embobado.

10 junio 2004

Catálogo de tics a evitar (en lo posible)

· Escupir.
· Abusar de palabras cuyo significado conoces y tu interlocutor no.
· Abusar de palabras cuyo significado no conoces y tu interlocutor tampoco.
· Inventarte historias para justificar tus propios errores.
· Llamar a un antiguo conocido o familiar sólo cuando necesitas un favor.
· Levantar la voz para destacar en una conversación.
· Prolongar un enfado por despecho.
· Oir sin escuchar
· Exhalar la ultima calada dentro del vagón nada más entras en él.
· Prejuzgar.
· Tocar el claxon innecesariamente.
· Hacer daño a las personas que te importan.

09 junio 2004

De vuelta

Te puedes cansar de sentir.
Y puedes tentar a la suerte sentandote al borde de un puente, buscando alguna voz en tu cabeza que te grite algo. Lo que sea.
Y es muy posible que ni al borde de un puente te pase nada y te quedes mirando como te cuelgan los pies indecisos.
A veces te apetece más correr en cualquier dirección que permancer parado.
Son esas ocasiones en las que deseas que el dictado de la lógica te sirva de algo. Pero la lógica esa noche tiene cosas mejores que hacer, tal vez está celebrando algun trofeo futbolístico encaramada a una farola. Con todo el mundo.

Y un día, las cosas cambian. Porque de no sentir tambien te puedes cansar a veces.