02 agosto 2004
Nuevas marcas logradas
Estos días demuestro un talento natural para inventarme records y batirlos.
La maleta duerme a mi pies, recién dejada caer y repleta de ropa sucia. Me dormí el día de partida y tuve que llenarla en tiempo récord.
El coche descansa abajo, completamente cubierto de polvo de un desierto. Suciedad record, también.
Mi saldo bancario debe haber hecho una curva descenciente nunca vista. Apuntaré la cifra y tendremos nueva marca.
Y he batido mi record de horas sin dormir. Y de horas sin comer. Y de kilometros al volante en un sólo día. Y de risas en una sola noche. Y de decepciones a mediodía.
Y he superado mis mejores marcas de inconsciencia.
He ardido y me he sorprendido de mi capacidad para seguir moviendome aún siendo cenizas.
Y he dormitado en el desierto de marte. He hablado con los peces y los erizos mientras buceaba a pulmón. Y medí los minutos de una noche tan larga que duró dos días.
Y he conocido a gente que sé que nunca veré más. Tal vez olvide sus nombres en tiempo record. Pero me he quedado de ellos una frase, o un gesto. Eso nunca lo suelto.
Y aún así me queda un hambre rara, como un resto de apetito, como si hubiese sabido a poco.
Tengo una pila de pensamientos por ordenar.
Pero empiezo mañana. Hoy tengo un cansancio record.
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