31 agosto 2004

Zapping

Queridos fabricantes de reproductores portátiles de música:
Necesitamos dos o tres puntos más en la rueda de volumen, para esos días en que la persona a la que hemos regalado el mando a distancia de nuestras emociones se despierta con ganas de hacer zapping.
Gracias de antemano.

30 agosto 2004

Buscando Culpables

lunático, -ca (l. cu)

1 adj. -s. Que padece locura intermitente
2 Maniático



El primer significado encaja perfectamente con lo ocurrido estos días, pero esperaba encontrarme en el diccionario alguna referencia a la influencia de la luna llena en el comportamiento de uno.
Algo que justificara mis recientes desmadres. Algo que me eximiera de culpa.
Pero nada. No puedo echarle la culpa a la luna. Ni al cloro del agua ni al efecto invernadero.

Así que lo mío es locura intermitente de cosecha propia. Que quede clarito.

26 agosto 2004

Nuevas Alergias

Según me hago viejo aumentan mis gustos, disminuye el miedo a las cosas que no conozco.
Pero curiosamente desarrollo también virulentas y desconocidas alergias que hasta el momento nunca me habían molestado.

Ultimamente, desarrollo un terrible sarpullido en la sociabilidad cada vez que paso un rato con alguien que no hace sus deberes más importantes.

Que quede claro: yo nunca los he tenido hechos a tiempo.
Pero creo que mis horas consumidas evitando ponerme a hacerlos me han sido igual de provechosas.

Aprenda a Escribir en un Blog en Un Minuto

Yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo.

Nocturnia

Esta mañana caminaba por la calle antes de que amaneciera. La ciudad estaba desierta. Era sólo mía, de los repartidores de prensa y de las cucarachas. Supongo que más de éstas últimas, los repartidores y yo estabamos de paso. Y ellas son más listas que nosotros.

Me dió por mirar hacia arriba y los balcones parecían distintos iluminados por debajo por la contaminación lumínica que provocan las dieciochescas farolas de hierro, esas nuevas que intentan parecer de verdad.

En siete minutos he llegado a la estación y me he metido en un vagón. Aún era de noche cuando el tren ha comenzado a rodar.
Daba la sensación que amanecía más lento de lo que el tren se movía, y que hasta que éste no parara el sol no nos iba a alcanzar,
Me he fijado en las personas que compartían el vagón conmigo. Nadie hablaba, así que al poco rato uno a uno iban rindiendose al sueño. Y pasaban de mirar absortos por el cristal a quedarse dormidos apoyados en él.

Me he preguntado en qué momento alguien se coló en nuestras vidas y suplantó lo que de verdad queríamos hacer con ellas por "esto".
Quizás les importaba o no se habían dado cuenta. ¿Y yo? ¿No me importa o no me daba cuenta?

Estaba preguntandome eso cuando me he quedado dormido también.

24 agosto 2004

Historia Inútil

Ahora resulta que al Barón Rojo no lo mató un piloto aliado.
Recientes estudios demuestran que al As de la primera guerra mundial lo dejó seco una bala perdida proviniente de una lejana ametralladora situada en una trinchera.
Aún así, el tal Von Ritchtoffen aún tuvo tiempo de efectuar un impecable aterrizaje y palmarla sentadito en el avión en medio de un prado. Ya se sabe, si quieres algo bien acabado, encargaselo a un alemán.

El piloto inglés que hasta entonces se había adjudicado su glorioso derribo resulta que no dió ni una (pero voló bien cerquita de su oponente).

Y el artillero australiano que acertó al temido piloto alemán, se murió de viejo sin sabe que había derribado al más famoso piloto de caza del siglo veinte.
Lo cual es ciertamente trágico, porque los nietos se quedaron sin escuchar una batallita de sobremesa realmente sublime (y verídica, para variar). Y podrían haber rentabilizado esa anecdota durante años en el colegio. Y probablemente habrían sido más populares y la pelirroja de pecas les hubiera dicho que sí.

Termina el documental y me quedo mudo.
La guerra es siempre estúpida, pero en ocasiones se supera a sí misma.

23 agosto 2004

Radio

Recuerdo la linea de un rojo rabioso, que marcaba con precisión la frecuencia sintonizada. Las cifras dispuestas en varias filas superpuestas. Herzios, Kiloherzios, bandas anchas, bandas estrechas. Modulación en frecuencia, modulación en amplitud. Las leyendas explicando los mandos escritas en alemán. Puro y fascinante sinsentido ante mis ojos de niño.
Y la pesada rueda del dial, de plastico grueso pintado de plata. Sé que es pesada porque un día la desmonté. El día de la muerte del misterio de la inercia.

Recuerdo la ligera inercia que tenía el mando del dial, la leve pereza con la que la linea roja comenzaba a moverse cuando girabas la rueda plateada. Mas tárde descubriría que la rueda movía la linea roja a través de hilos y poleas. Hilos que eran un poco flexibles y se estiraban y encogían. Dilema resuelto. Y se murió el misterio de la inercia.

Recuerdo los sonidos sucios de la banda AM, la mezcla de voces y melodías huecas y agujereadas. La emoción de recoger la voz de un locutor hablando sin cesar en italiano, sepultado bajo mantos de estática que crepitaban y ahuyaban sin cesar.

Y también el sonido del limbo, el tope del dial.
Cuando habías girado tanto la rueda que la línea roja estaba en el tope de frecuencias. Lejos de toda presencia humana, sólo ruidos que se entrecruzaban. Sin conexión con ningún discurso, o canción. La zona donde ya no caben las voces ni la música ni los razonamientos. Donde es imposible conectar con nada ni nadie.

Donde te quedas esperando a que a alguien le de por girar el dial hacia el otro lado, hasta encontrar alguna emisora. Algo con lo que conectar, algo que entender.

Allí estoy hoy, en el tope del dial.

20 agosto 2004

Mi post de hoy sobre alfombras y felpudos

No hago más que ver alfombras de diseño con toda la suciedad barrida debajo, acumulada y esperando desbordarse al primer estirón.
Puestos a elegir me quedo con algunos felpudos que conozco, raídos y sucios por todos los lados, pero con una roña más sincera. Más asumida. Más saludable.

No sé si me entiendes.
No me entiendes. Normal... Yo tampoco...

Bueno... pues hala, me voy.

19 agosto 2004

Mi mejor papel

Mi carrera de actor terminó de forma prematura y trágica a los once años.
Me salté varias líneas de diálogo de la obra del colegio (que yo mismo había escrito) y estrellé prematuramente el avión en el que supuestamente viajaban los personajes.
Estrellamiento frustrado, ya que el único personaje que gritó y se zarandeó de un lado a otro de la silla fue el que yo interpretaba.
El publico (compuesto en su mayor parte por padres y profesores) se quedó helado, intentando comprender el significado último de mis aspavientos.
Supongo que la España ochentera del bocadillo de nocilla no estaba preparada para mis pinitos en la performance experimental.
Recuerdo la mirada reprobatoria y avegonzada de mis compañeros, que no sabían como salir de la situación.
Por suerte mi compañero Matías, que hacía de copiloto, enlazó de nuevo con el guión y se terminó la obra con mi personaje inconsciente sobre la silla.
Me dieron ganas de seguir así cuando terminó la obra.
Creo que a estas alturas ya nadie lo recuerda.

A mí aún me entran ganas de encerrarme en el baño cuando lo pienso.

18 agosto 2004

Incomodario

El tiempo se gasta de no usarlo.
Algunas personas siempre estamos llegando tarde a algún sitio.
No parar de moverte no tiene porqué llevarte necesariamente a ningún lado.
No se puede no dormir nunca.
Si te aplazas mucho tiempo, puedes llegar a borrarte.
Las ganas se compran, de noche.
Los remordimientos son gratis, y suelen venir al día siguiente.
Debería cambiar en algunas cosas.
Mucha gente nunca cambia en algunas cosas.

16 agosto 2004

Caída libre

Este fin de semana uno de mis amigos ha saltado en paracaídas desde cuatro mil metros.
Yo conduje ochocientos kilómetros para bailar durante diez horas con veinte mil personas en medio del desierto y acabar durmiendo en la playa tras un baño reparador.
Despues de intercambiar impresiones he llegado a la conclusión de que las experiencias fueron parecidas.
Y el aterrizaje igual de suave.

13 agosto 2004

Lo maté porque era mío (sólo un poco)

El desierto de Almería se encoge por momentos.
Y esto no es un artículo de denuncia ecológica, es consecuencia de mis visitas.
No puedo evitar pensar que cada vez que vuelvo, el comprobado polvomagnetismo de la carrocería de mi coche se lleva una pequeña porción del paisaje.
Lo constato cada vez que vuelvo de allí y lavo el coche.
Duna con ruedas. Oleadas de curiosos a mi alrededor. El chorro a presión desvelando el color original de la chapa. "ohh!","ahh!", "Mira Papá, el coche es verde"
Rios de color de vainilla formando espirales en el desagüe del lavadero.
Pruebas del crimen. Puro deserticidio. Y encima reincidente.
Y todo por mi culpa. Un desastre. Me siento culpable.
Y aún así, algo sigue tirando de mí hacia el sur.

Me rindo. Mañana me vuelvo a ir. Y esta vez, con las chanclas de baile y el peor de los pretextos.
Necesito más verano. Disfruten de mi ausencia.

11 agosto 2004

Extraña siamesa

Al igual que a todo el mundo se le hace raro escuchar su voz grabada, a mi siempre se me ha hecho extraña la imagen de mi sombra.
Siempre que he caminado con el sol de espaldas la he visto y me he preguntado durante un rato cuales son sus motivos para calcarme los pasos, el porqué de su manía deslizarse sobre el suelo por delante de mí.
Ahora que el sol abunda mi sombra es más definida y cortante, casi agresiva, y no me gusta tenerla cerca.
Así que sólo camino a mediodía, cuando sé que la tengo pegada a las suelas y de ahí no puede salir.
O la reyuho, y salgo de noche, cuando vaga por algún otro lado.

Sólo de noche nos concedemos un respiro mutuo.

09 agosto 2004

Hago un año (creo)

Me da que hace un año que escribo aquí.
No lo sé con seguridad y me da una pereza terrible comprobarlo. Quizás faltan dos semanas, o hace cuatro días que pasó la fecha.
Pero si yo soy fatal para las efemérides tienes sentido que este sitio tambien lo sea.
Asi que decido que hoy toca celebrarlo.
Y sigo sin dar un duro por la continuidad del proyecto. Menos mal, a mi esas certezas de continuidad a veces me erizan el vello de la espalda.

De vuelta a donde siempre

Me siento amnésico y torpe. Supongo me costará unos dias retomar el ritmo.
Me sorprendo de mi capacidad para desconectar de todo en sólo 14 días.
Supongo que hay cosas más faciles de olvidar que otras.

07 agosto 2004

Rest in FIB

FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB FIB

¿Nadie puede hablar de otra cosa?
Ultimamente me veo en tesitura de tener que contestar trescientas veces al día porque no voy al ineludible evento lisergicomusical.
Es sencillo:
Tengo el dinero.
Tengo el tiempo.
Me gustan los grupos.

Pero me fallan las ganas (y me parece un abuso el precio de la entrada)

El FIB no justifica los medios.

Que quede clarito. No lidero ningun antifib, tan sólo defiendo mi derecho inalienable a tocarme la nariz a mi manera y con mi propio estilo personal.
Y si bebo de garrafón será por una oferta de ginebra del LIDL de esas que es mejor no perderse, y no porque era lo único que me ofrecían despues de 40 minutos para obtener un ticket de barra.

Pienso gastarme el mismo dinero en mis propios vicios. Ea.
Fin de esta misiva resentida, peripatético himno alternativo en contra de la alternatividad reinante.

La contradicción personificada se despide, que le apetece tomarse una copa en bares desiertos...

04 agosto 2004

Horas

A las 11:00 de la mañana me despertaba inapetente.
A las 14:00 comía desganado.
A las 18:00 comenzaba un café que devenía en cervezas varias hasta las 5:00
Y es que "jetlagear" es un deporte que se practica mejor acompañado.
Y los martes sólo son martes si uno se fija en el calendario.
Y a altas horas de la noche uno puede ser feliz en la autopista pensando en lo que está por venir.
Y ahora, a las 6:00, sólo pienso en una hora, que son las 11:45 de mañana.
Porque a veces las cosas de verdad importantes pasan a menos cuarto.

02 agosto 2004

Nuevas marcas logradas

Estos días demuestro un talento natural para inventarme records y batirlos.
La maleta duerme a mi pies, recién dejada caer y repleta de ropa sucia. Me dormí el día de partida y tuve que llenarla en tiempo récord.
El coche descansa abajo, completamente cubierto de polvo de un desierto. Suciedad record, también.
Mi saldo bancario debe haber hecho una curva descenciente nunca vista. Apuntaré la cifra y tendremos nueva marca.

Y he batido mi record de horas sin dormir. Y de horas sin comer. Y de kilometros al volante en un sólo día. Y de risas en una sola noche. Y de decepciones a mediodía.
Y he superado mis mejores marcas de inconsciencia.
He ardido y me he sorprendido de mi capacidad para seguir moviendome aún siendo cenizas.

Y he dormitado en el desierto de marte. He hablado con los peces y los erizos mientras buceaba a pulmón. Y medí los minutos de una noche tan larga que duró dos días.
Y he conocido a gente que sé que nunca veré más. Tal vez olvide sus nombres en tiempo record. Pero me he quedado de ellos una frase, o un gesto. Eso nunca lo suelto.

Y aún así me queda un hambre rara, como un resto de apetito, como si hubiese sabido a poco.
Tengo una pila de pensamientos por ordenar.
Pero empiezo mañana. Hoy tengo un cansancio record.