15 marzo 2004
Mi concierto de Belle and Sebastian en 10 puntos
Punto 1: No soy crítico musical
Dios me libre... soy músico, y todo el mundo sabe que los hombres lobo y los vampiros se llevan fatal. Por eso esto no es una cr?tica del concierto de Belle and Sebastian que pude ver la noche del viernes pasado en el Palacio de Congresos.
Punto 2: Rumores de anulación...y prisas
Por razones evidentes. Finalmente el concierto se hizo, si no no estaria escribiendo esto (evidente)
Acudir a la manifestación del viernes y llegar puntual al concierto fue una proeza conseguida a base de cena apresurada y conducción temeraria. No volvera a repetirse (la cena apresurada)
Punto 3: Adam Green mola
Había escuchado poquito de este extraterreste mezcla imposible de Roy Orbison, Jarvis Coker a cámara lenta (esos bailecitos) y a ratos Frank Sinatra en su época de crooner decandente de Las Vegas. Sallió al escenario con una americana negra (parecía haber dormido con ella puesta) y lo llenó con toneladas de actitud y pasotismo glamouroso. Sus canciones en directo sonaron impecables y ademas tuvo el morro de sugerir que compraramos su disco con el peor castellano que he escuchado en mi vida.
Da igual lo que pienses de Adam Green. Sea lo que sea, está claro que a él le da igual. Me encantó.
Punto 4: ¿Quien dice que la gente no va a los conciertos?
Los 30 (ay! pinchazo en el bolsillo) euros de la entrada no asustaron a los más de 1000 asistentes que ocuparon todas las butacas (incluido el palco, donde yo me situé para poder beber a escondidas) Eso nos lleva al ...
Punto 5: No se permite entrar bebidas
Punto hábilmente solucionado sujetando sendas latas de cerveza bien fría en los calcetines, dentro de los camales. Mientras la cola para entrar iba lenta, disimular era sencillo. Cuando una vez dentro el camino se despeja y te has de alejar de la entrada aparentando normalidad, se hace dificil caminar con el lastre. Además, si andas muy deprisa, corres el riesgo de que una lata salga disparada de tu camal o que cuando abras la cerveza tengas una celebración digna de Carlos Sainz. Una vez en el palco una bella azafata vigilaba como un carcelero apostado en la garita el correcto comportamiento de los asistentes, lo cual añadió un morbo extra al tema. Beber cerveza a escondidas... vuelta a la adolescencia?
En fin : No poder beber en un concierto...¡a donde vamos a ir a parar!
Punto 6: B&S desolados
Dijeron estar muy tristes por lo acontecido en Madrid y no sonó hipoócrita. Pidieron un sobrecogedor minuto de silencio antes de empezar, en la que en todo el teatro sólo se escuchó el ruido de estática de los amiplificadores. Impresionante
Punto 7: Sonido impecable
Esto en Belle and Sebastian no es ninguna novedad. Sonando en un sitio acondicionado acústicamente para conciertos de cámara... la sensación fue aún mayor.
Punto 8: Sucesos paranormales
La carrera de Stuart alrededor de las butacas centrales, la espontánea que sube a bailar, extasiada. El cachondo traductor voluntario escogido de entre el público que trasladaba el discurso con aportaciones personales. La chica que salió a cantar los coros (bastante bien) y que dando dos besos al guitarrista le dio un coscorrón y sufrió un ataque de verguenza...
Punto 9: Al final, de pie
...y bailando como posesos. Los ultimos bises levantaron al publico de las butacas y un servidor no se paraba de preguntar mientras bailaba encantado ..."¿porque no lo hemos hecho antes?"
Punto 10: Buen sabor de boca
No encontré mucho más de lo que había visto las dos veces anteriores, pero hay platos que repites precisamente por eso, porque los has probado y sabes que te van a gustar.
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