03 noviembre 2008

Imbéciles y Malvados

Al principio pensaba que la única diferencia entre una persona imbécil y una malvada era que la segunda tenía un plan.

Más tarde me dió por pensar que no existía gente malvada, tan sólo personas terriblemente mal informadas de las consecuencias de sus actos.
Hoy tiendo a creer que lo que diferencia a alguien imbécil de alguien malvado es el porcentaje de daño que se infringe a sí mismo en relación al que infringe al resto de la gente.
Lo malo de reducir el daño ajeno es que el nos hacemos a nosotros mismos suele ser más visible, así que el generoso y loable propósito de ser cada día un poco más imbécil y un poco menos malvado no suele gozar de mucha popularidad.
Luego viene lo de dejar de hacerse daño a uno mismo.
Pero eso da para otro post. O para unos cuantos más.

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