19 noviembre 2004

Un cumplido

El humo, las luces y el mantra hipnótico de la música house que atronaba en el local hacía necesario acortar las frases y las distancias.
Después de conversar cinco minutos con una pareja de desconocidos, su boca pintó una sonrisa confiada y se dirigió a la chica.
"Tu chico me encanta"
Sorprendida pero interesada la chica le preguntó porqué.
A ella pareció divertirle explicar algo que a su modo de ver era tan obvio.
Cogió la mano él y la envolvió con las suyas, y mientras lo hacía, le contestó.
"Sus manos. Tiene unas manos que llenan"

Su mirada decía "estoy segura de que nos vamos a llevar bien". No necesitó decir más.

Puedes encontrar gente que con un sencillo alehop se salta convenciones y reglas y avanza cuatro casillas en un solo turno del juego, guiada por una intuición simple y demoledora.

Las horas, las risas y un amanecer varias veces postergado terminaron dandole la razón en todo.

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