22 octubre 2004

Binario

Para qué preguntarme, si no voy a saber responderme.

Quizas hubo un tiempo en que me deslizaba en trineo en laderas de gris claro. O gris oscuro. El punto medio entre dos puntos era mi lugar habitual de residencia. Me habitué a ese exhilio de todo y hasta le cogí el gusto.
Ultimamente alterno el blanco y el negro más puros y afilados . Como de teclas de piano.
El trineo ya no vale. Hay que caminar.
Me podrán encontrar ustedes sentado en alguno de los dos lados, con las piernas colgando.
Esperando el cambio, o deseando que no llegue.
No tiene sentido perder el tiempo haciendo predicciones.

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