26 junio 2004

Rock and Roll



Amanece. Aún no del todo, pero ya se adivina esa luz indecisa que invariablemente acaba con todas las noches.
Aparco el coche, pelo sucio y revuelto. Cansado pero contento. Acercandome a casa escucho un sonido lejano, incómodo. Subo en el ascensor y el sonido, en lugar de cesar, se hace más definido y cortante.
Entro en casa, el sonido está allí dentro conmigo, estridente y repetitivo.
Mi despertador sigue a la hora de ayer y me grita sin cesar "llevas veinticuatro horas despierto".
Yo lo paro de un manotazo y le susurro, recreandome en el momento: "tómate libres un par de días, majete".
Enfadado con él porque no me ha preguntado qué tal el concierto.
No me entiende y sólo piensa en el trabajo. Le compadezco.

Cierro los ojos y me abandono al sueño...
(photo by zom)

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