29 junio 2004

Marcas en el calendario

Soy un desastre para las efemérides y días señalados.
Mi calendario ha sido siempre miope en las fechas venideras, por tanto impermeable a las marcas de cumpleaños, aniversarios, santos, y demás circulos de rotulador rodeando un número.
También es cierto que soy también miope para el pasado.
Mis recuerdos se funden unidos con un pegamento en cuya receta nunca intervienen los dígitos de los dias, las horas o los meses.
No es amnsesia, es tan sólo una leve dislexia temporal.

Y esto para nada es una defensa, sólo expongo un hecho constatable y contrastado a lo largo de mi vida.
Intentar cambiarlo es como poner a dieta a un rinoceronte.
Quien confunde querer con requerir se enfada, me reprocha mi "falta de detallismo" y me monta una escena.
Y toma una parte por el todo. Y le pesa más en la balanca un tarjetón comprado en el corte inglés que un abrazo sincero.

Y quien bien me quiere, sabe de la conveniencia de recordarme las cosas que conviene que recuerde.
Porque también sabe de sobra que para olvidar me las apaño yo solito.

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