19 julio 2010
De menos
Echo de menos cuando mirando el cielo de noche podía unir con el dedo las estrellas con segmentos y renovar las constelaciones, darle al cielo un aire nuevo decidido por mí y no impuesto por filósofos griegos. Echo de menos el tiempo en que era dueño de mi razón y también de mi sueño. Cuando con un tirón de las riendas podían enderezar la línea de mis pensamientos y hacerla transcurrir por mis lugares predilectos. Cuando no era yo el que la seguía a ciegas agarrado a ella y sin saber si el camino es el bueno. Cuando mi condenada capacidad para permanecer despierto no conspiraba contra mi cuerpo y no me devolvía por las mañanas a mi pellejo en el mismo punto de partida, sólo que con un poco más confuso y con un poco más de sueño. Y echando de menos algo, siempre echando de menos.
7 comentarios:
Cada vez que te leo me dejas sin palabras.....
solo atinando a balbucear algo indescifrable que suele ser, segun creo: genial.
En todo caso, gracias ana
No es bueno mirar tanto atrás, echar tantas cosas de menos, no nos hace bien, aunque sé por experiencia propia que en algunas ocasiones es incluso dificil vivir en el presente como para siquiera intentar mirar al futuro de una manera optimista.
Un abrazo de los de verdad, Pablo.
M.
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