31 mayo 2009

Parabólica

Salí el viernes del trabajo enojado con el mundo y le dí una formidable patada en el culo a mi yo-laboral, con un empuje y ángulo perfectamente calculados para conseguir que saliera disparado hacia el cielo, quedara orbitando el planeta durante dos días, que no volviera a la tierra hasta el lunes por la mañana.
Hoy es domingo, y según se acerca la hora de reentrada me preocupa que mañana, cuando llegue el final de su trayectoria parabólica, me acabe cayendo encima al entrar al trabajo y convirtamos la oficina en un cráter humeante.

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