21 octubre 2011

La dictadura de la costumbre

Ultimamente me resulta bastante complicado responder de forma sincera cuando me preguntan "¿qué tal?".
La dictadura de la costumbre nos obliga a decir "Bien" pero a mí me sale un vago "Pues... aquí...".
Espero con ello -objecciones metafísicas aparte- estar diciendo al menos algo cierto.

8 comentarios:

Ofcourse dijo...
Supongo que intentar controlar la sinceridad, acaba siendo más duro que ser sincero en sí.
No?
Awake at last dijo...
Mientras estés y respondas voluntaria y conscientemente, no está todo perdido, :-)

Y ahora pasemos a lo verdaderamente importante, ¿quieres tres bonometros zona ABC a medio gastar? (no se me ocurre otra cosa más fuera de lugar para hacerte sonreir, aunque la oferta va en serio).

Un abrazo de los de verdad.
pab dijo...
Gracias awake pero últimamente ya no gasto el metro. Además ya sabes que cogerlo en esta ciudad es un hobby potencialmente letal...
Awake at last dijo...
Pues a ver qué hago yo con ellos, si espero no tener que volver a Valencia en mucho tiempo, ains...
neko dijo...
Y qué porcentaje de la gente que te pregunta eso crees que quiere conocer la verdad? yo creo que muy pocos... no sé ni por qué hacemos esa pregunta tan ridícula.
Daltvila dijo...
A mi a veces me dan ganas de contestar: "Bien o quieres que te cuente la verdad. Si es la segunda opción, creo que no tú ni yo tenemos tiempo para tanto."

En fin, tristemente parece que se va convirtiendo en una simple pregunta de cortesía.

Me ha gustado tu blog... y no es un cumplido cortés;)
arrebatos dijo...
Últimamente yo siempre respondo lo mismo: "cansado". Y me responden con una mueca que pretende ser una sonrisa y al final todos terminan por pensar que he dormido poco o mal.
Speedygirl dijo...
Ese "pues aquí estamos", qué socorrido es para no entrar en detalles.