16 febrero 2011

Absorto y bajo techo

Ahora que por fin sé esquivar gotas de lluvia me entran ganas de mojarme y no puedo. Me quedo absorto y bajo techo, mirando llover. Mi fiel miedo amaestrado se sienta a mi lado, cruza las patas y me mira sin entender nada. Y yo no puedo culparle de haber hecho aquello para lo que lo he entrenado tanto tiempo.

4 comentarios:

neko dijo...
Solo te falta un buen empujón! lo malo es que corres el riesgo de desaprender todo lo aprendido..., pero a veces hay que correr riesgos Pab :)
Saima dijo...
De repente a muchos de nosotros nos hace falta protegernos de la lluvia, pero nunca sabremos si se trata de una lluvia dulce o amarga si no saltamos sobre el charco más grande.
Jump!
Awake at last dijo...
"No lo dudes, que es del hortelano el perro, ni come ni comer deja, ni está fuera ni está dentro."

Debe ser el tiempo, porque yo estoy igual, :-/

Mks.
anna g. dijo...
Estoy segura de que, si te lo propones, también puedes amaestrar la lluvia :)