29 septiembre 2009
Tanto y tan seguido
Llueve tanto y tan seguido que más que tamborilear parece que cantan las gotas sobre las tejas una sola nota sostenida.
Llueve tanto y tan seguido que el suelo se tapa con mantas de agua y los desagües sobrepasados dibujan espirales en la superficie, indicando el lugar donde antes estaban. Llueve tanto y tan seguido que el coro de diminutas explosiones, ondas y burbujas que tapiza el suelo de la terraza suena más alto que mis pensamientos.
Y agradezco ser relegado al rol de simple testigo de algo tan grande y tan pequeño, tan cotidiano y tan hermoso que merece la pena dejarle un hueco y perder el tiempo dejando de ser yo por un rato.
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