27 julio 2009
Nuevos suelos
Alguien que siempre necesita ocupar todo el camino me ha empujado a un lado, haciéndome rodar por el terraplén hasta despeñarme.
Ahora que pierdo pie y vuelo en caída libre disfruto más del paisaje y me cunden más los segundos. Reprimo las ganas de agradecerle el no haber sabido andar a mi lado, porque queda ya muy atrás de mi vuelo. No sé si planeo o caigo en picado. Sólo sé que no le envidio.
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