08 junio 2009
Consejos de mantenimiento
Leí que la madera de una buena guitarra no sufre demasiado con el frío, ni con el calor. Si están bien construidas se adaptan con facilidad. Y el tiempo no hace más que mejorarlas, siempre que les dediques algo de atención y la hagas sonar con asiduidad.
Lo que puede dañar una guitarra son los cambios de humedad, y que antes estos las piezas de distintas maderas que la componen crezcan y se encojan a distintos ritmos y se creen tensiones ocultas tras la tapa que un día sin que lo esperes la quiebren por dentro. Días como hoy estos consejos de mantenimiento de instrumentos se me antojan un pequeño tratado sobre la condición humana, sobre la que tal vez hay un montón más de literatura, pero pocas veces está tan bien explicada.
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