30 septiembre 2008
Puño en alto
"¡Usted! ¡Sí, usted, cenutrio cincuentón arrebujado en traje de sastre que piensa que el mundo tiene que darles la gracias por existir, que en compañía de su altiva y siliconada partenaire, - dedicada en cuerpo y alma a gastarse sus ingresos con un talento comparable al que usted exhibe en ganarlos- pilota indolente su mercedes con una mano en zona escolar mientras que blande en la otra un reluciente teléfono móvil plateado: Respeteme los pasos de cebra, o la vamos a tener muy gorda!"
Lamentablemente, pese a los cuantiosos detalles, el conductor no se dió por aludido y aceleró fulgurante, y yo quedé, puño en alto, enardecido, en mitad del paso de peatones.
Para ocasiones como esta, queridos amigos, en adelante utilizaremos el giro informal "hijo de puta", todo un ejemplo síntesis y comunicación eficiente.
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