23 junio 2008

Lo que hace uno por huir del Mundial...

Premisas:
1. Una película como "El Incidente" de M. Night Shyamalan debería ser de visionado obligado en las academias de cine.
2. También es un film ideal para ir a ver con tu pareja un domingo por la tarde.

Justificación(atención, contiene spoilers):
1:
Es una película tan rematadamente mala que ejemplifica a la perfección un montón de cosas que un director no debería hacer, lo que la convierte en una obra casi obligatorio para cualquier persona interesada en el buen cine.
Los personajes que hablan solos para explicar lo que están sintiendo o lo que ven. En ocasiones, los diálogos son tan aleatorios y forzados que parece que sus protagonistas padezcan una lesión cerebral. Si es necesario que un desconocido te mencione sin venir a cuento un pasadizo secreto que usarás dos escenas después para salvarte, pues adelante, no sea que la cosa quede irreal.
Los giros en el guión son explicados frecuentemente por un noticiario televisivo para que al público no le de por sacar sus propias conclusiones. Pensar cansa.
Los personajes son planos hasta el punto de rozar la bidimensionalidad: un profesor de matemáticas de instituto siempre dirá las cosas usando porcentajes. Uno de ciencias, siempre resolverá los problemas aplicando estrictamente el método cienfífico. El resto de personajes lo único que hace es suicidarse sin decir ni mu.
Si aparece algún personaje y dice dos frases simpáticas, ojo, están intentando que te encariñes con él, le quedan 10 segundos. Esto, que tendría cierta gracia dentro de un contexto de serie-B, peli de zombies, etc... es realmente triste cuando te das cuenta de que es una película que intenta ser tomada en serio.
El cásting, con una co-protagonista cuya inexpresividad consigue eclipsar el festival de botox del sanote Mark Walhberg, es un auténtico desastre. Hay más química amorosa entre un cepillo de dientes y un cortauñas. Su relación es tan almibarada que el director introduce una muerte truculenta y explícita con una frecuencia inalterable de 6 minutos y 14 segundos para compensarlo. Almíbar. Hemoglobina. Almíbar. Hemoglobina. Almíbar...
Las explicaciones científicas son de mearse "Aún no sabemos cual es la causa de este inexplicable suceso, pero, como puede verse en esta gráfica, mañana terminará de repente", o "Sí, las plantas y los arbustos se comunican y hablan entre ellos, ¿no lo sabía?".
El montaje es terriblemente artificioso y efectista: ¿puede el viento enfadarse y perseguir a alguien que corre por un prado?
Las pretendidas justificaciones filosófico-naturista son de saldo, de todo a cien.

2:
Vaya a ver la película con su amado/a una tarde calurosa de verano. Háganme caso, aprovechen el aire acondicionado, la intimidad de las últimas filas, y entréguense a la pasión sabiendo que nada de lo que verán ni escucharán les distraerá lo más mínimo.

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