08 marzo 2008
Infecciones oportunistas
Tengo las defensas bajas.
Orgulloso ciudadano de los Estados Carenciales, mi cuerpo es blanco habitual de las más oportunistas de todas las infecciones. Se instalan, y campan a sus anchas hasta que me abandonan, tal vez aburridas, en busca de retos más interesantes.
Los estados febriles son aconsejables para dos cosas. Son perfectos para encender la televisión y constatar en un par de horas que el noventainueve por ciento del planeta necesita unas vacaciones de sí mismo.
Tambien sirven para recordar. Recordar mucho y mal.
Ya lo ven, tengo las defensas bajas. Abierta la corteza, sólo pulpa expuesta.
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