26 febrero 2004
Promiscuo
Ayer por la tarde me la presentó un amigo. Yo no lo esperaba, coincidimos de casualidad.
Mi amigo sabía que me quedaría embobado, y podría ver cómo se reía por el rabillo del ojo. Pero yo estaba pensando en otras cosas...
Ya la conocía de fotos y ya entonces me habían llamado la atención su cuerpo menudo pero curvilíneo, y ese aspecto descuidado pero totalmente calculado para ser irresistible.
Resultaba atractiva y muy intresante, y estaba claro que ella lo sabía.
No creo que me vaya a ser facil olvidar el brillo satinado de su piel.
Ni el timbre de su voz, cálida pero con carácter. En cuanto la oí, me pudo. Y todas las demás voces se acallaron en mi cabeza.
En cualquier caso, soy perro viejo y sé que está fuera de mi alcance: ella es la típica que te encuentras colgada del hombro de algun capullo con más dinero, o quizás un famoso.
Lo que no entiendo es: ¿si estoy bien con la que estoy, porqué siempre me fijo en otras?
Soy un promiscuo, lo sé.
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