27 noviembre 2012

Lemmini

Con los años refino mi colección de costumbres potencialmente autodestructivas: esta noche he disfrutado preocupantemente de un breve paseo nocturno en moto por la ciudad, bajo la lluvia.
Hacía frio, y un halo de gotas en aparente suspensión resplandecía en torno a la luz de las farolas. Las calles estaban desiertas. Circulaba por el centro exacto de la calzada. El asfalto mojado estaba inusualmente negro y limpio, como de ciudad nueva. Centenares de gotas microscópicas aparecían de la nada iluminadas por el faro, y brevemente visibles, avanzaban hacia mí trazando un trozo de espiral antes de precipitarse contra la visera del casco.

7 comentarios:

Soraya Bruxa Moura dijo...
Si un paseo en moto es auto destructivo.....querer a alguien, tiene que ser atómico!
Awake at last dijo...
Y la pregunta es, ¿qué te tomaste antes de salir con la moto?

;-)

Mks.
neko dijo...
A mi no me parece para nada autodestructivo, lo será el día que no puedas contarnos esto, claro...
Angélica dijo...
Te leì durante mucho tiempo y dejé de leerte por otro tiempo más. Ha sido un placer volver a entrar a tu blog, como cuando reconoces en la calle a un amigo que no veías.
Fujur dijo...
Por qué has quitado el post de la chaqueta robada?
pab dijo...
Hola Francisco, supongo que lo quité por la misma razón por la cual lo puse: acción totalmente impulsiva :)
A. dijo...
¿Dónde estás Pablo? Echo tanto de menos leer algo nuevo tuyo, un abrazo.