25 mayo 2011

Flota

Tener los pies pegados a la tierra está bien cuando caminas, pero nadando en el mar puede llegar a ser una putada. Por tanto saber si caminas o flotas, aparte de una obviedad, es por definición una cuestión de supervivencia.

Hace tiempo yo no lo tenía muy claro y en uno de esos presuntos momentos de prudencia me até al fondo, haciendo un trueque de horas de sueño cambio de dinero y algo de prisa.
Era más prisa de la que esperaba. Y no tengo nada en contra de la prisa ocasional, pero la prisa contínua te borra, te desdibuja, y si no la remedias puede difuminarte tanto que ya no te sea necesario abrir las puertas para pasar por ellas. Es posible que te ates los zapatos y que al dar los primeros pasos te des cuenta de que sigues descalzo y que los zapatos siguen detrás de tí mirándote y preguntándose cómo los has atravesado.

En mi caso arreglar esto no es complicado, sólo tengo que cortar la soga, aguantar un poco la respiración, y dejar que mi cuerpo flote hasta la superficie. Porque lo conozco y sé que flota.
Es posible que arriba note más el oleaje. Y que trague bastante agua si hay temporal. Pero lo conozco y sé que flota.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
Yo, sin embargo, aún no sé si el mío flota. Ni siquiera sé si sabré alcanzar la superficie. Pero el plan ya está en marcha y no tiene vuelta atrás. Mientras espero, voy mirando discretamente hacia arriba y sueño con el día en que ya no tendré que estar más aquí abajo limpiando de hierbajos las profundidades de mi cobardía.
Saima dijo...
Elevarte a la superficie y dejar tu cuerpo flotar, a riesgo de que las olas te arrastren a cualquier orilla por inhabitable que sea, o empezar a nadar con todas tus fuerzas, aunque sea a contracorriente, y elegir así la playa a la que deseas llegar?
Supervivencia o felicidad?
Awake at last dijo...
:-)

:-D

Aaaaaaaaains...

Mks.
neko dijo...
seguro que flotas, pero acuerdate de no volver a hundirte, o intentarlo :)