30 abril 2011
Nada Bueno
Las verdades aplazadas salen fuertes y delgadas, como un chorro en la grieta de una presa. Una vez empiezan nada las para. Y lo que es un hilo al principio, al final termina en torrente desbocado que arrasa algunas pocas cosas buenas, y cientos de quistes, de sapos tragados, de hectáreas de mierda antes almacenada. Puede saber mal durante un rato hacer partícipe de ello al protagonista de los lastres bien atados que durante mucho tiempo hemos venido arrastrando. Pero luego, en un momento hermoso, dices "a la mierda" y piensas que en el fondo le haces un favor devolviéndole el eco hueco de su voz. Diciéndole que lo que por mucho tiempo le funcionó ahora no es más que una triste colección de palabras muertas.
Porque ahora lo oyes pontificar y sabes que a ese sitio ya has ido. Y que ahora, afortunadamente, de ese sitio ya estás de vuelta.
4 comentarios:
Este es uno de ellos.
Mks.
(y sí, al final lo he posteado, ;-P)
Saludos.
Gracias Marina por volver, por leer, y tambien por comentar.
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