21 octubre 2010
Sujeto negativo pleno
No les entiendo -dijo visiblemente incómodo-, y no entiendo porqué me han abordado y me han sentado en esta mesa. ¿Me están diciendo ustedes que les intereso porque les doy dolor de tripa?
Sus trajeados interlocutores sonrieron condescendientes como quien escucha la pregunta ingenua de un niño. Se intercambiaron una mirada cómplice que pareció servir para designar un interlocutor.
Me temo que efectivamente no nos ha entendido, caballero -respondió el menos alto-. Pero no le culpamos por ello, ya que no le pagamos por entendernos. Le pagaremos por otros motivos, pero le explicaremos eso a su debido tiempo. Desgraciadamente, con tanta premura es difícil que usted pueda entender el alcance y los detalles de su...su peculiaridad...
Sí, el hecho es que usted nos da dolor de tripa -interrumpió el alto, irritado por los titubeos de su compañero- . Es inevitable sentir un leve pero contínuo retortijón en su presencia, ya sea al escuchar su voz o al verle limpiarse las gafas o remover su café. Es una indefinible y sutil sensación la que usted provoca, caballero, pero es imposible obviarla. Estamos seguros de que a usted le ha ocurrido alguna vez con alguien, tal vez tuvo un profesor en la escuela o un compañero de trabajo que, por bien que le cayeran, a usted le provocaba un leve pero contínuo dolor de tripa. Era algo superior a usted y sólo conseguía atajarlo alejandose de ellos.
Bueno...- respondió el sujeto, pensativo- el hecho es que sí, tuve un compañero de la mili que...
Su pasado no nos interesa, caballero- continuó el alto-. Y que se haya topado con alguien así tampoco le hace especial. Los estudios demuestran que es algo bastante usual, una cuestión de incompatibilidad en las feromonas.
Lo que le hace a usted un sujeto raro y extremadamente valioso -continuó su compañero- es que usted provoca este efecto en todas y cada una de las personas con las que se cruza. Es lo que los teóricos han denominado como sujeto negativo pleno. Y hasta hace unas semanas pensábamos que un sujeto como usted no existía más que en la teoría. Pero nos equivocábamos, y eso es algo maravilloso.
Deben estar en un error, señores.-respondió airado el sujeto. Yo tengo esposa... hijos... familiares y amigos que... que... ¿Quienes son ustedes?
Entiendo su reacción caballero... pero convendrá conmigo que usted nunca ha gozado de mucha popularidad. Ni en su trabajo, ni en su familia. Ni siquiera como una de las múltiples parejas de de alcoba de su esposa...
¿Pero cómo se atreve?- se levantó el sujeto tirando su silla- ¡No le permito que me..!
No es necesario que finja sorpresa ni monte una escena- le tomó del brazo el más alto, inmovilizandolo sin esfuerzo- lo sabemos todo de usted, de su vida y de su matrimonio. Siéntese, termine su café, y déjenos terminar de presentarle nuestra oferta...
El sujeto se sentó, casi dejándose caer en la silla. Su gesto abatido denotaba que había algo de verdad en las palabras que acababa de escuchar. Una extraña pieza de aristas cortantes hacía que por una vez el puzzle de su vida conformara por fin una imagen y ésta tuviera sentido. Sólo que no le gustaba lo que esa imagen le mostraba.
Ustedes.. ¿ustedes lo notan?¿No les molesta?
Así es- le contestó el alto con gesto estoico, casi orgulloso- pero estamos entrenados. Y cobramos por ello.
No se deprima, caballero -le dijo el menos alto en tono casi conciliador-. Podemos ayudarle. Podemos hacer que su vida tenga un objeto.
¿Me lo pueden quitar? - preguntó esperanzado- ¿Tiene cura?
Me temo que no- respondió el alto.
Pero podemos pagarle.
6 comentarios:
Mks.
No te había leido nunca un relato pab, muy bueno!
Como siempre me has puesto la piel de gallina...
PensaSalr que todos tenemos algo de "sujeto negativamente pleno" y a la vez todos tenemos alguien que nos hace trinar las tripas....
Aunque a mi todavia nadie me ha tirado unos pesos....
Gracias
Ana
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