14 octubre 2010

Consejos y trayectos

Trabaja como si no cobraras por ello, ama como si nunca te hubiesen hecho daño, y baila como si nadie te estuviese mirando
Este triple consejo que hoy he leído me suena bastante bien. Pero hace unos años no le hubiera hecho ni caso. Son los inconvenientes de nacer con esa urgencia individualista que empuja a algunos a inventar su propio método y sistema para todas y cada una de las cosas antes de dar demasiado crédito a la experiencia del resto del planeta.
La fe desmedida en el propio criterio puede llevarte por caminos raros. Lo más normal es que te termine guiando en la misma dirección que al resto del mundo, pero es posible que tu trayecto sea un poco más largo y el paisaje más escarpado.
Si tienes suerte y ese divorcio con todo lo que el mundo te pueda a enseñar no es definitivo, puedes encontrarte disfrutando como un niño con pequeños descubrimientos que otra gente ignora porque ya pasaron por allí hace muchos años, y el viaje les resultaba tan cómodo que lo hicieron medio dormidos.
No se llamen a engaño: que la frase que encabeza esto me parezca un buen consejo no quiere decir que lo cumpla. Alguno de esos puntos se me resiste bastante.
Lo cual me recuerda que he de intentar seguir otro consejo muy bien dado hace poco por alguien a quien preocupan mis irresponsables horarios: Las noches son para dormir.
Bona nit.

3 comentarios:

Awake at last dijo...
En el término medio está la virtud: ni te vuelvas ahora un borreguito de Norit ni sigas haciendo de tu ombligo la medida de todas las cosas. Pero sí, entiendo PERFECTAMENTE lo que quieres decir, aaains...

Mks.
neko dijo...
jajaja me ha gustado eso de no te vuelvas un borreguito de norit.

Buena frase, pero para el resto de humanidad, no me convence, me gusta elegir de vez en cuando caminos distintos, como bien dices.
anna g. dijo...
Aquellos que escogemos el camino más largo para llegar al mismo sitio, ¿serà porqué disfrutamos más con el viaje que llegar a destino?

Bon dia :)