12 mayo 2010

Jamón

Desde la última cena de sobaquillo en casa, hace cosa de una semana,  en la que casualmente todo el mundo pensó traerme un paquete de jamón serrano en lonchas,  almuerzo como y ceno jamón para que no se ponga malo y me toque tirarlo. En tostadas, en tortilla, en las pizzas y hasta en alguna ensalada.
Lo cual no está mal, pues el jamón me encanta, pero me inquieta pensar que mientras hay gente que espera que tome las riendas de mi vida yo me muestro incapaz de controlar el contenido de mi nevera.

3 comentarios:

G! dijo...
Como decía mi abuelo.. para comida perdida, tripa partida.
neko dijo...
mi alma por un bocata de jamón...
Anónimo dijo...
el pobre jamon no esta reñido con las decisiones vitales.

M