23 marzo 2007
Necesidades fundamentales
Sentado en colchón ajeno, sobre el venerable somier sobre el que he levantado mi pequeña fortaleza, observo el suelo de mosaico multicolor, algo suelto y avejentado.
Vivir de prestado, eso es lo que hago. Y en esa mi trinchera espero asomado por la ventana, oteando en los tejados y haciendome amigo insdistinto y lejano de las palomas y de los gatos.
Y seguro de que reduciendo mis dominios podré tenerlos más controlados, memorizo las horas en las que el sol por la tarde pinta de luz y calor las paredes.
Y sé que sólo tengo que esperar un tiempo para estar más a salvo. Cuando se vaya el frío. Cuando vuelva el verano.
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