19 agosto 2020

Nunca parpadeas

Ea. 
Me guardo la capa de polvo que encontré en el plato más alto de la balanza donde sopeso las cosas buenas y malas de haberte tenido de compañía. Polvo de sarro de colmillo, un torbellino furioso de nada.

Y me hago a la idea de hacerte el último favor y sentir mi pena y también la tuya, ser tu muleta en esta asimétrica despedida, porque sé que todas esas cosas de sentir te cuestan.  Que eres de los que ríen, pero nunca parpadeas.